A propósito de este blog

Siempre he tenido la irrefrenable tentación de empezar una libreta tras otra, y en ellas, contar la vida. Un blog (uno tras otro) viene a ser lo mismo....

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una vez más




Esta tarde me encontré a A. en el chat de Facebook. Hace tantos años que mantenemos una extraña y maravillosa relación de azares y coincidencias, de magias y de batallas solidariamente libradas en la distancia, que hablar con ella es igual que hacerlo con alguien a quien ves a diario. Aunque pasen meses sin sabernos.
Le he dicho que me he acordado de ella estos días. Y claro que lo he hecho, porque tengo muchas amigas  y muchos amigos que se han divorciado, pero creo que ella es la que más años de relación llevaba a sus espaldas.
Y estos días en que pienso en la posibilidad de romper una relación de treinta años, me entra una angustia espantosa. Y me doy cuenta de lo valiente que fue ella.
Y de lo inmensamente cobarde que soy yo, que no seré capaz.
He buscado una plantilla como de libreta de recetas de cocina. Como si fuera un cuaderno para escribir sobre una mesa grande, ante una taza de café (o de té) en ese espacio imprescindible que tengo que recuperar como sea.
"Tengo que" muchas cosas. A lo mejor es preciso que sea despacio, una a una. Pero tengo que hacerlo.
Y a lo mejor el camino se inicia con un paso. Y el paso es escribir aquí. Y escucharme a mí misma, mi voz entre todas las voces. Mi voz mía.
Así que a lo mejor por eso, he empezado a escribir. Otra vez. Con la misma ilusión con que abría (y abro) un cuaderno nuevo, una moleskine inmaculada, una libreta. Dispuesta a escribir, a contar, a contarme. Con la secreta esperanza de que alguien lo lea. Totalmente enmascarada, escondida detrás de iniciales, de nombres falsos, por si alguien pudiera reconocer los nombres, las situaciones que se quedan embozadas en esta confesión que por una vez quiero hacer con el corazón totalmente a la intemperie.

0 comentarios:

Publicar un comentario