La tristeza es particularmente inclemente con los domingos por la tarde.
Todo esto se me está haciendo demasiado cuesta arriba. A veces pienso que lo único que ocurre es que soy una cobarde total, que no se atreve a dar ni un solo paso, pero otras creo que a lo mejor es solo una mala racha. Supongo que, para un lado u otro, se trata de un largo camino.
Pero por otro lado tengo una insobornable tentación de soledad. Quiero estar sola.No, no estar sola: estar conmigo, que me hago mucha falta.
domingo, 30 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario